Si haces esto diariamente podrías reducir los dolores por biopolímeros

El yoga es una disciplina que se basa en experimentar los beneficios y resultados de unas prácticas y técnicas, a través de movimientos físicos, la respiración y la meditación.

Es un camino espiritual que logra unir cuerpo, mente y alma. Esta práctica trae grandes beneficios terapéuticos y psicológicos para quienes la practican con regularidad. En una conferencia durante la Convención Europea de Yoga en 2006, se resaltó la importancia e influencia del buen funcionamiento en la actividad cerebral, muscular, sistema circulatorio, metabólico, endocrino y en la capacidad respiratoria; además de sus beneficios a nivel psicológico, reduciendo los niveles de estrés, ansiedad, depresión, hostilidad, entre otros.

Esta práctica trae grandes beneficios terapéuticos y psicológicos para quienes la practican con regularidad.

Felipe Coiffman, estudió aproximadamente 350 casos de personas con presencia de biopolímeros en el cuerpo, donde los síntomas más comunes fueron, dolor, inflamación, fibrosis, necrosis, malestar general, dolores articulares, depresión, entre otras molestias y síntomas, que afectaron significativamente su calidad de vida y autoestima. El yoga, al ser una práctica holística que busca recuperar el equilibrio en todo el cuerpo y la mente, se considera que podría ser una herramienta de gran ayuda, no solo para calmar y/o disminuir los síntomas y afecciones en pacientes con biopolímeros, sino también en el proceso de recuperación de quienes ya se han realizado una cirugía para retirarlos.

Esta disciplina milenaria, actúa de manera terapéutica en la salud del cuerpo y la mente, ayudando no solo a fortalecer, ganar flexibilidad y equilibrio, sino que también ayuda a liberar el estrés, la ansiedad y el cansancio, regulando así, el sistema parasimpático. El yoga integra distintas técnicas que ayudan a mejorar la salud en general. Entre las más conocidas están, las asanas, los pranayamas y la meditación.

“Las asanas (por su nombre en sanscrito), son posiciones corporales específicas que abren los canales de energía y los centros psíquicos”. Proporcionan una base sólida para explorar el cuerpo, la respiración, la mente y los estados superiores de consciencia. Al controlar el cuerpo, se logra controlar la mente y la energía. Cada postura está diseñada para aportar ciertos beneficios a distintas partes del cuerpo, los órganos internos, mantener el flujo de energía, ayudar a la relajación y calmar la mente, ayudando así prevenir o disminuir síntomas o condiciones que afectan la salud.

Los pranayamas (por su nombre en sanscrito), son ejercicios de control de la respiración, donde a través de la inhalación, la exhalación y la retención del aire, se logra que el prana (energía vital) fluya por todo el cuerpo, aportando bienestar al cuerpo y calma a la mente. La principal función de la respiración es mantener homeostasis, es decir equilibrio en todos los sistemas de cuerpo. Las diferentes técnicas de respiración ayudan a purificar las vías respiratorias y los pulmones, favorece a la circulación sanguínea, purifica la sangre, brinda calma y estimula a la memoria y la concentración. Adicionalmente, dichas técnicas ayudan reducir la inflamación del cuerpo, promoviendo la relajación y la sanación a nivel celular.

Son ejercicios de control de la respiración, donde a través de la inhalación, la exhalación y la retención del aire, se logra que el prana (energía vital) fluya por todo el cuerpo

La meditación es una práctica que le permite al individuo ampliar su atención, dirigiéndola hacia sus procesos internos y permitiéndole autoconocerse. El objetivo se basa en centrar la atención durante un tiempo prologado hacia una única cosa y permanecer imperturbable ante las situaciones que se presenten. Al comienzo, puede ser de gran ayuda implementar meditaciones guiadas, centrar tu atención en la respiración, una emoción que desees cultivar, un sonido o mantra. Esta práctica te puede ayudar a tener otra perspectiva frente a las situaciones, controlar el estrés, aumentar tu consciencia y presencia, disipar emociones negativas, activar el sistema parasimpático y mejorar la calidad del sueño.

Se recomienda adoptar las distintas técnicas que promueve el yoga, no solo para mejorar la calidad de vida de aquellas personas que conviven día a día con la presencia de biopolímeros en su cuerpo, sino también para quienes deseen realizarse una cirugía para removerlos, ayudando así a preparar el cuerpo antes de la cirugía, y posterior a esta, contribuyendo a su rehabilitación, sanación y fortalecimiento del sistema inmune.

De acuerdo a la regularidad con la que se integren las asanas, pranayamas y meditación en la vida diaria, se lograrán obtener beneficios significativos para la salud y el equilibrio del cuerpo en general

El proceso de recuperación del cuerpo ante una cirugía, comienza incluso antes de la intervención. Los hábitos y el acondicionamiento previo del cuerpo, mente y emociones, serán de gran ayuda para la recuperación postoperatoria, ya que el cuerpo estará mejor preparado para atravesar las condiciones traumáticas a las que se verá expuesto, ayudando a lograr mejores resultados, en un menor tiempo de recuperación.

Previo a la cirugía para remover biopolímeros en glúteos, y especialmente si se presenta fascitis y/o dolor del nervio ciático, se recomienda realizar ejercicios principalmente enfocados en aumentar gradualmente la movilidad y flexibilidad, además de combinar dichas posturas con ejercicios cardiovasculares y de movimiento articular. En nuestro Instagram te compartimos algunos ejercicios que puedes realizar.

Posteriormente, una vez se ha realizado la cirugía, y con el acompañamiento e indicaciones del cirujano, es ideal comenzar a ejercitar el cuerpo para fortalecer el sistema inmune y promover su recuperación oportuna y la regeneración de sus tejidos. Sin embargo, durante el primer mes, los movimientos deben ser limitados, por lo que se recomienda realizar meditación, pranayamas y yoga restaurativo.

El yoga restaurativo, emplea técnicas principalmente enfocadas a relajar el cuerpo, la mente, reducir la ansiedad y el estrés, el cual ayuda a la recuperación tras una cirugía. Esta técnica emplea soportes como silla, bolster o almohada, cobijas y demás, permitiéndole al cuerpo entrar en la postura de una manera más delicada y promoviendo su descanso y recuperación.

Una vez haya pasado la etapa inicial de recuperación (aproximadamente mes o mes y medio después de la cirugía), se podrían comenzar a adoptar gradualmente posturas con un mayor nivel de intensidad, enfocadas al fortalecimiento, regeneración y desarrollo de la masa muscular; combinadas con ejercicios de respiración y meditación.

Finalmente, gracias a la regularidad con la que se integren las asanas, pranayamas y meditación en la vida diaria, se lograrán obtener beneficios significativos para la salud y el equilibrio del cuerpo en general, logrando así, reducir los niveles de estrés que debilitan el sistema inmune, impidiéndole realizar sus funciones de proteger al cuerpo de infecciones y enfermedades; además de fortalecer la salud del sistema respiratorio y permitiendo oxigenar y promover el flujo de sangre a todos los órganos del cuerpo y asegurando su óptimo funcionamiento.