La microbiota intestinal y sus propiedades antiinflamatorias

La alteración intestinal está asociada al síndrome de la inflamación crónica, una condición que intensifica los síntomas generados por los biopolímeros.

En nuestro organismo se albergan más de 100 billones de microorganismos entre hongos, virus y bacterias; un conjunto que se conoce como microbiota, un ecosistema bacteriano importante, el cual depende de la diversidad para otorgar equilibrio microbiano y tener efecto benéfico sobre los procesos antiinflamatorio y antioxidante.

La microbiota es un conjunto residente que se adquiere en el momento del nacimiento, sistema que se desarrolla durante el primer año de vida para dar paso al ecosistema bacteriano personal. El tipo de parto será crucial sobre la evolución microbiana, pues será un acumulado que estará presente a lo largo de toda la vida; sea vaginal o por cesárea, el neonato acogerá de su madre una microbiota diferente.

En el parto vaginal, el recién nacido adquiere lactobacilos y bifidobacterias durante su paso por el conducto vaginal, éstas bacterias se consideran un género importante para la inhibición de agentes perjudiciales, tendrá efecto sobre la función inmunitaria, previenen la diarrea, sintetizan vitaminas y otros nutrientes para una adecuada digestión de los almidones complejos; no obstante los recién nacidos por cesárea adquieren su microbiota a través de los fluidos, tejidos corporales de la madre y el entorno hospitalario, a estos microorganismos que provienen del contacto con la piel se les conoce como estafilococos, un género que puede ampliar los episodios de infección.

Los factores posnatales como la alimentación, el entorno y el genoma contribuyen también a la microbiota, un aspecto importante es la exposición a los antibióticos durante los primeros seis meses de vida, pues aumentan el riesgo de padecer sobrepeso y obesidad en edades más avanzadas. La lactancia es trascendental para la microbiota de los recién nacidos, sus componentes proveen los nutrientes suficientes para el refuerzo y el alimento de toda la colonia adquirida por el bebé a partir del nacimiento. Este nutrimento se considera importante para la evolución de un sistema inmunitario exponencialmente más eficaz que el desarrollado por los niños alimentados con leche de fórmula.

Componente anatómico y funcional

Para comprender la importancia e influencia de la microbiota intestinal sobre la salud general, es fundamental conocer cómo desempeña su función desde sus componentes orgánicos. Es un conjunto de bacterias beneficiosas (flora de fermentación) y bacterias perjudiciales (flora de putrefacción), que se encuentra alojado principalmente en el intestino, su función inmunitaria se enfoca en la producción de las defensas (linfocitos), bacterias indispensables para el correcto funcionamiento del tránsito intestinal, la eliminación de los residuos, la correcta absorción de los minerales y la síntesis de vitaminas esenciales para el sistema nervioso como la B12, cuyo déficit se encuentra relacionado con el riesgo de sobrellevar depresión, incluso de demencia.

El intestino delgado tiene como función principal la digestión y absorción de los nutrientes, se encuentra ubicado dentro del tracto gastrointestinal y se divide en tres fracciones: duodeno, yeyuno e íleon, inicia en la zona baja del estómago y se extiende desde el píloro (válvula que conecta el estómago con el duodeno) allí, admite ó rechaza el ingreso de los alimentos. En una persona promedio, su longitud es de aproximadamente 4 a 6 metros.

El duodeno es la primera de las tres partes del intestino delgado, el cual acoge a los alimentos en parte ya digeridos por el estómago. Esta estructura orgánica se relaciona intrínsecamente con la cabeza del páncreas y entre sus funciones están la neutralización del jugo gástrico ácido, la digestión mecánica del quimo (bolo alimenticio), la mezcla de enzimas biliares/pancreáticas y la absorción de agua, electrolitos y nutrientes, especialmente de las sustancias hidrosolubles como los monosacáridos. Está ubicado en la parte superior del abdomen al nivel de las vértebras con una longitud de 25 a 30 centímetros, sus células epiteliales intestinales (enterocitos) están recubiertas por una capa de glicoproteínas y mucina, proteína encargada de la protección en las vías aéreas y digestivas.

El duodeno es rico en enterocitos absorbentes, unas células endocrinas productoras de la hormona peptídica y en su interior están las glándulas de Brummer, productoras de un moco que contiene bicarbonato para neutralizar el ácido gástrico. Entre sus vellosidades están las células de Paneth, importantes para la defensa antimicrobiana.

Siguiendo con el yeyuno, zona media del intestino delgado, es decir entre el duodeno, primer tramo del intestino delgado y el íleon, la última parte. Su desempeño se basa en prolongar la digestión de los alimentos que arriban al estómago para efectuar la absorción de las sustancias residuales del bolo alimenticio. El jugo intestinal ayuda a degradar al mínimo los hidratos de carbono, las proteínas y los lípidos, este órgano participa en la absorción de vitaminas, minerales, carbohidratos, grasas, proteínas e incluso el agua de los alimentos. En su parte interna se desarrolla una membrana mucosa que aumenta el área de los tejidos disponibles para así obtener más nutrientes de los alimentos digeridos por el estómago. Se compone de unas vellosidades cubiertas por células epiteliales con gran cantidad de micro vellosidades que actúan como transporte eficaz de aminoácidos, vitaminas, péptidos pequeños y la mayor cantidad de glucosa, junto con la admisión en la transferencia de fructosa y azúcar. En el proceso metabólico, el yeyuno genera una contracción(peristaltismo) que permite el paso del alimento por el tracto digestivo, si éste órgano llegase a sufrir lesiones, la absorción correcta de los ácidos grasos, glucosa, vitaminas y minerales, se verá afectada.

En la sección final del intestino delgado se encuentra el íleon, su diámetro es menor que el del yeyuno y mide aproximadamente de 3 a 4 metros.  Es el encargado de asegurar la absorción de la vitamina B12, las proteínas y los péptidos, descompuestos luego en aminoácidos, de los nutrientes del quimo ó los alimentos digeridos y también nutrientes como el potasio, el sodio, el agua, y las sales biliares. Allí también se efectúa la separación de hidratos de carbono en azúcares simples, y de los lípidos en glicerol junto con los ácidos grasos para la fácil absorción por parte del organismo.

Cuando en el íleon se presenta una alteración, a esta se le denomina como ileítis terminal, una enfermedad autoinmune que suscita al sistema defensivo para emprender ataque contra el sistema estomacal, esta zona es la más favorable para que el síndrome inflamatorio se extienda ó evolucione, al inflamarse y ser atacado por las defensas se puede dar inicio a complicaciones posteriores que estarán implicadas en el funcionamiento correcto de otros órganos.

En el colon también llamado intestino grueso, se producen y se almacenan las heces, es el lugar donde los deshechos se expulsan del organismo. Este órgano tiene una extensión entre el íleon y el ano teniendo la siguiente estructura: ciego, colon, recto y conducto anal, midiendo 1,5 metros con 10 centímetros de ancho. La máxima concentración de bacterias se encuentra en el intestino grueso y la mitad del peso total de las heces son bacterias, es un sistema superpoblado no solo de microbios sino también de virus y hongos, allí se hallan gran cantidad de exocrinocitos caliciformes, donde la secreción de proteínas antimicrobianas, quimiocinas y citocinas desempeñan acciones en la inmunidad, mas allá del sostenimiento de la barrera intestinal. Sin duda alguna, el colon ocupa un lugar importante no sólo en las funciones digestiva e inmunitaria, también repercute sobre la salud física y mental.

El intestino grueso es el último destino del tubo digestivo y la fase terminal en la digestión, toma el alimento digerido (quimo) del intestino delgado para dar por terminado el proceso de absorción. Su trabajo principal es convertir el quimo en heces que luego serán excretadas. Durante este proceso mecánico, el colon absorbe agua del quimo, haciendo que su estado líquido pase a sólido; miles de millones de bacterias dentro del colon permiten la sintetización de las vitaminas K y B, así como gases hidrógeno, dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno y metano. Entre sus funciones destacan el almacenamiento de los residuos, la extracción del agua, el mantenimiento en el equilibrio de la hidratación y la absorción de algunas vitaminas. Todos los nutrientes que ya han sido absorbidos y poco aprovechables tendrán como destino final el colon, y como dato importante, el tiempo estimado para el ciclo vital de una célula intestinal es de aproximadamente 5 días.

En este órgano predominan las bacterias comensales que sintetizan la vitamina K como:

• Escherichia coli
• Enterobacter aerogenes
• Strestococcus faecalis
• Clostridium perfringens

El tracto gastrointestinal es la región que contiene la comunidad microbiana más numerosa, densa y diversa del cuerpo humano.

• 80% Firmicutes y Bacteroidetes
• 10% Proteobacterias
• 5%   Verrucomicrobios
• 5%   Actinobacteria

El ecosistema intestinal humano puede clasificarse en torno a tres grupos de acuerdo con la abundancia de tres géneros:

• Bacteroides
• Prevotella
• Ruminococcus