Cuidado y tratamiento de Cicatrices Quirúrgicas

La cicatrización es un fenómeno biológico asombroso en el cual el cuerpo trabaja arduamente para restaurar los tejidos afectados por una incisión quirúrgica. Este proceso se desenvuelve en tres fases distintas, abarcando un período mínimo de 12 meses:

1. Fase Inflamatoria: Inicia tras la sutura, marcada por un aumento en la vascularización y plaquetas. En algunos casos, se forma una costra superficial como parte de este proceso inflamatorio.

2. Fase Proliferativa: Aquí, la regeneración cobra impulso con la producción de colágeno y la acción de los fibroblastos. Esta etapa es crucial para la tensión y curación adecuada de la herida.

3. Fase de Remodelación: Iniciándose al mes, esta fase contempla la reabsorción del colágeno, permitiendo la remodelación completa de la cicatriz. Este proceso puede extenderse hasta un año o más, variando según la respuesta biológica individual.

Las cicatrices postquirúrgicas, al ser más profundas, demandan cuidados específicos durante un tiempo prolongado. La asepsia juega un papel determinante en la prevención de infecciones u otras complicaciones. El retiro de suturas debe realizarse con precaución, entre los días 10 y 15, dependiendo de la evolución de cada caso.

Mantener el manto hidrolipídico de la piel es esencial antes y después del procedimiento quirúrgico. El uso de cremas con urea, lactato y ceramidas favorece condiciones óptimas para una cicatrización exitosa. Además, la protección solar contra los rayos UV es fundamental durante los primeros 12 meses para evitar la hiperpigmentación.

Cremas y geles compuestos por silicona, glicerina, agua termal, pantenol, ácido hialurónico, calamina y óxido de zinc son útiles para mantener la elasticidad e hidratación de la cicatriz, reduciendo enrojecimiento, picazón y molestias.

Cremas y geles compuestos por silicona, glicerina, agua termal, pantenol, ácido hialurónico, calamina y óxido de zinc son útiles para mantener la elasticidad e hidratación de la cicatriz, reduciendo enrojecimiento, picazón y molestias.

 

Para mejorar el aspecto de la cicatriz, se emplean tratamientos específicos desde las fases iniciales de la cicatrización. Los masajes en la cicatriz favorecen el drenaje linfático, previniendo la inflamación y suavizando la cicatriz. La aplicación de presión disminuye la posibilidad de hipertrofia cicatricial.  El uso de productos presoterapéuticos requiere una piel seca para la aplicación de adhesivos quirúrgicos o tiras de silicona, según las indicaciones médicas. Cremas y geles compuestos por silicona, glicerina, agua termal, pantenol, ácido hialurónico, calamina y óxido de zinc son útiles para mantener la elasticidad e hidratación de la cicatriz, reduciendo enrojecimiento, picazón y molestias.

Es importante tener en cuenta que la tonalidad de la cicatriz evolucionará con el tiempo, desde tonalidades rojas hasta la posible adaptación al tono natural de la piel.

Los masajes en la cicatriz favorecen el drenaje linfático, previniendo la inflamación y suavizando la cicatriz

Los masajes en la cicatriz favorecen el drenaje linfático, previniendo la inflamación y suavizando la cicatriz

Como recomendación crucial, se aconseja evitar el consumo de tabaco tanto antes como después del procedimiento quirúrgico, ya que puede afectar negativamente el proceso de cicatrización debido a la disminución en los niveles de oxígeno en la sangre. Siguiendo estas pautas, se puede contribuir significativamente a una cicatrización exitosa y una apariencia estética mejorada.

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