Sana tu cuerpo a través del Sistema Nervioso

«¿Por qué cuando varias personas están frente a una misma situación, cada una percibe una realidad diferente? Cuando entramos en contacto con el mundo exterior a través de nuestros sentidos, nuestros paradigmas filtran esos estímulos de un modo automático, generando con ello interpretaciones que afectan todo lo que vemos y lo que somos.”

En el libro Las dos mentes del ser humano,  se plantea que las personas poseen dos mentes, una consciente (racional, objetiva) y otra inconsciente (emociones, pensamientos, sentimientos). El mundo que percibimos está condicionado por nuestra estructura mental, es decir, una imagen construida a partir de cómo interactúa la mente con lo que realmente sucede; es así como experimentamos la realidad a través de nuestras experiencias internas y externas.

El mundo que percibimos está condicionado por nuestra estructura mental, es decir, una imagen construida a partir de cómo interactúa la mente con lo que realmente sucede

La mente y el cuerpo están estrechamente conectados, ya que tenemos la capacidad de desarrollar sentimientos o sensaciones en nuestro cuerpo a partir de un pensamiento. Por ejemplo, por lo general el estrés puede causar tensión y dolor en músculos y cabeza, además de aumentar la presión arterial y el ritmo cardiaco, ya que el cuerpo reacciona como si estuviese siendo atacado. Así mismo, presentar dolor o problemas de salud constantes, pueden afectar las emociones, ocasionando depresión, ansiedad y alteración del sistema nervioso en general, impidiéndole al cuerpo su recuperación oportuna. Sin embargo, fortalecer la mente y cultivar pensamientos positivos, podrían tener el efecto contrario, mejorando significativamente la salud.

En la mente subconsciente, albergamos experiencias emocionales fuertes, las cuales activan recuerdos, emociones y/o bloqueos en situaciones que pueden recordarnos dicha experiencia, activando un sistema de alerta en el cuerpo, aunque la situación actual no represente un peligro real. Según investigaciones, el cerebro tiene la capacidad de producir, a partir de los pensamientos, sentimientos y expectativas, diferentes sustancias como las endorfinas (analgésicos naturales) y la gamma globulina (fortalece el sistema inmune), que ayudan al proceso de recuperación del cuerpo.

El cerebro tiene la capacidad de producir, a partir de los pensamientos, sentimientos y expectativas, diferentes sustancias como las endorfinas.

Una de las evidencias más conocidas para demostrar el poder de la mente y su capacidad de generar estados de bienestar y sanación, es a través del efecto placebo, un tratamiento que no tiene ningún efecto terapéutico en el cuerpo, sin embargo, logra que el paciente genere una mejoría de sus síntomas. Esto se logra a través de las creencias que tenga la persona, de que dicho tratamiento tiene efecto alguno, logrando así, producir los químicos que la mente necesita para ayudarle al cuerpo a sanar.

Nuestra mente tiene un potencial sumamente importante para nuestro bienestar general, y está en manos de cada ser humano, descubrirlo y potenciarlo, para lograr mayor armonía en todos los aspectos de la vida. Para comenzar a generar cambios en nuestra mente y manera de percibir las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos, es importante reprogramar la mente a través de terapias alternativas y herramientas que nos puedan ayudar como individuos a identificar los bloqueos que tienen lugar en el subconsciente, permitiendo a las emociones fluir y transformar las actitudes y pensamientos. A continuación, te compartimos algunas de las herramientas que podemos emplear para a reprogramar la mente:

Primero, con la ayuda de la meditación y/o visualización guiada, podremos generar estados calma, reduciendo el estrés, la ansiedad y aumentando a la vez nuestra confianza y optimismo frente a la vida.    En el programa de medicina integrativa Beaumont, han empleado esta técnica en gran cantidad de pacientes que están próximos a cirugía, ya que ha demostrado excelentes resultados al minimizar el temor que puedan sentir los pacientes, evidenciando a su vez, mejores resultados en su proceso de recuperación.

Por otra parte, al cambiar el lenguaje hacia nosotros mismos, lograremos crear un entorno más positivo y empático, logrando además despertar nuestra autoaceptación, reconocimiento y amor propio. Para adoptar esta práctica, podremos comenzar expresando afirmaciones como, yo soy suficiente, estoy sanando, puedo lograrlo, etc.

Finalmente, una vez hayamos logrado crear un espacio más optimo y positivo, podremos comenzar a explorar con nuestro mundo interior a través de la meditación, creando espacios en silencio, calma y en total conexión con nuestra respiración, y permitiéndonos observar nuestros sentimientos, pensamientos y procesos, en total presencia.